10 de diciembre de 2014

Viaje al centro de uno mismo

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Coger un billete de avión y marchar a un país exótico o a un lugar con una cultura totalmente diferente a la nuestra es una experiencia muy enriquecedora y a la vez constructiva. Viajando se despierta el niño que todos llevamos dentro, el niño curioso que tiene hambre de experimentar cosas nuevas, de conocer otras realidades y maneras de entender la vida.


Viajar es placentero y nos aporta bienestar físico y mental. Pero para vivir aventuras de verdad, aquellas que te ponen la piel de gallina, te emocionan y perduran para siempre no hay que irse muy lejos. NOSOTROS SOMOS EL MEJOR VIAJE QUE HAREMOS EN LA VIDA. Detrás de cada persona y empresa se esconden infinidad de tesoros que reclaman ser descubiertos. ¡Somos pura inspiración! Porque una de las claves de la felicidad es conocernos mejor: investigar nuestras raíces, echar la vista atrás y observar qué decisiones han marcado nuestra vida, quién ha sido determinante, qué nos ha hecho crecer y de qué manera, por qué somos como somos, de qué nos arrepentimos, qué sueños nos quedan por cumplir...





Sin embargo, hacer memoria no siempre es suficiente. Hay que dejar huella, un legado escrito, artístico o audiovisual que perdure para siempre. Un elixir que en momentos alegres nos endulce aún más la vida y en los amargos nos sirva como válvula regenerativa.

Si te gusta viajar acompañado de un profesional, yo estoy a tu disposición para guiarte en tu mejor viaje, ya sea reorientando escritos perdidos en un cajón desastre o bien embarcándonos juntos desde cero en tu paraíso personal o profesional.




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